La industria fabricante de vacunas COVID-19 está siendo sometida a enormes presiones para fabricar en tiempo record la mayor cantidad de vacunas posibles.
M.Sc. Q.F. Fernando Trucco
A finales de marzo de este año se detectó -según parece en la planta de Jhonson & Jhonson (J&J) ubicada en Holanda- contaminación en un lote de vacunas COVID-19 dejando detenidas gran cantidad de vacunas, muchas de ellas ya distribuidas en varios países. Este hecho desencadenó la inmediata acción de la FDA y el comienzo de una investigación que puede ser muy gráfica para evaluar los riesgos de no trabajar en condiciones GxP.
Las vacunas en cuestión fueron fabricadas en el laboratorio Emergent Biosolution (EBS), en su planta principal, ubicada en la ciudad de Baltimore, USA.
A muchos quizás les suceda lo mismo que me pasó a mi cuando leí por primera vez “Emergent Biosulution”: nunca escuché ese nombre. Es verdad que la industria farmacéutica es extremadamente diversa y amplia, pero está claro que no era de esos nombres rutilantes y conocidos por todos. Sin embargo, visitando su sitio web1 es posible descubrir que se trata de una empresa muy conocida y de prestigio.
Recorriendo su historia, en 1998 la empresa negoció con el ejército de Estados Unidos la venta de BioThrax, una vacuna contra el Antrax. Por esas épocas esta vacuna era utilizada únicamente por militares norteamericanos, para prevenir posibles ataques biológicos. Cabe acotar, que el Antrax fue utilizada como arma biológica desde la Segunda Guerra Mundial. Pero en 2001 sucedió un hecho que haría enormemente conocido al Antrax y a así también al laboratorio EBS, los famosos ataques terroristas conteniendo Antrax dentro de cartas. Esto generó que la fabricación de esta vacuna se incrementara notoriamente y en el mismo sentido también se consolidó el ascenso de la empresa. En el transcurso de estos años la empresa continuó un ascenso vertiginoso, dedicándose fundamentalmente a la fabricación de productos biológicos.
En 2020 la situación epidemiológica actual causada por el virus por todos conocidos (SARS-CoV-2) le dio el ultimo impulsó a esta empresa. Fue elegida por el gobierno norteamericano para ser una de las plantas farmacéuticas dedicadas a fabricar vacunas contra el COVID-19, de hecho, es una de las tres plantas en ese país para fabricar vacunas de forma rápida. La planta de Baltimore comenzó a fabricar vacunas para el laboratorio J&J, y tiempo más tarde también para Astrazeneca (AZ).
Hasta acá todo parecía un cuento ideal para EBS. En marzo de este año, el CEO de la empresa visitó el programa de la conocida cadena norteamericana NBC2 en el cual mencionaba los contratos firmados con estas dos empresas (J&J, AZ), indicando que al poseer infraestructura a gran escala pudieron aceptar fabricar los productos de J&J y AZ y escalarlos a un nivel significativo para obtener los rendimientos deseados. En esta misma entrevista el periodista le transmitía la sorpresa de todos: ¿cómo harían para fabricar tanta cantidad de vacunas en tan poco tiempo?
Un mes después de esta entrevista, inspectores de la FDA permanecieron durante varios días dentro de la empresa (del 12 de abril al 20 de abril de 2021) desmenuzando cada uno de los procesos de la empresa, inspeccionando grabaciones de cámaras ubicadas dentro de la planta, registros de ingreso a áreas y todo tipo de documentación, intentando determinar posibles causas.
Se había concretado la contaminación cruzada. Del formulario 483 generado por la FDA3 se desprende que lo sucedido no se trató de una casualidad, que como siempre sucede, los hechos de este estilo ocurren por una suma de malas prácticas. La FDA dejó retenido el lote en cuestión, así como todos los lotes anteriormente fabricados por esta empresa, habiendo ya distribuido vacunas a algunos países europeos, además de México y Canadá. Afortunadamente ninguna vacuna fabricada en este laboratorio había sido administrada.
Inspección de FDA y hallazgos
En líneas generales, la inspección de la FDA concluyó que la instalación no se mantuvo en condiciones limpias e higiénicas, no habiendo tomado las medidas adecuadas para evitar la contaminación cruzada entre las dos líneas de vacunas (J&J y AZ).
En el informe FDA se detallan nueve observaciones críticas, derivando de cada una de ellas varios ejemplos concretos. Podemos mencionar algunas:
- Investigación no exhaustiva
En la primera de las observaciones se hace hincapié en el hecho de no llevar a cabo investigaciones suficientemente profundas respecto a la contaminación cruzada encontrada. Según mencionan los inspectores, en el desvío no se evalúan correctamente los movimientos del personal durante la fabricación, considerándola como falla potencial de contaminación. Como ejemplo, a un operario que manipula materia prima utilizada en el lote, se lo ve a través de las cámaras portando vestimenta en áreas no calificadas. Por otro lado, revisando bitácoras se verifica que no se inició desvío cuando materias primas estuvieron en áreas que se encontraban en reparación.
- Limpieza y mantenimiento
Verifican falta de limpieza en pasillos y salas, así como falta manteamiento en varias áreas. Auditando cámaras y registros de ingreso a salas, verifican que tampoco se realiza lo que indican los procedimientos, verificando además que no se registra a tiempo real.
- Movimientos de personal
Evaluando y comparando los movimientos del personal con los procedimientos correspondientes constatan que no se siguen procedimientos elaborados con el objetivo de prevenir la contaminación cruzada. Se verifica a través de registros (de acceso, duchas y cámara), que personal ingresa a ciertas áreas, sin registrar el hecho.
- Procedimientos escritos
En el formulario 483 indican: “(…) Los procedimientos escritos, diseñados para asegurar que las sustancias farmacéuticas fabricadas en esta instalación tengan la identidad, potencia, calidad y pureza que pretenden o se supone que poseen, son inadecuados (…)”. Más claro imposible.Entre otras cosas encuentran procedimientos en los que falta descripción de los procesos, faltan requisitos para asegurar calidad del proceso y los procedimientos no contemplan lo que realmente se realiza.
El hecho concreto
Por lo sabido hasta ahora, se trató de una contaminación cruzada, habiendo encontrado restos de material biológico perteneciente una vacuna (AZ) en un lote de la otra vacuna (J&J). Como suele ocurrir en estos casos, la causa raíz del incidente fue en principio un “error humano”, según comenta el New York Times basándose en fuentes de la FDA4. Según parece, un operario de una de las plantas se movilizó a la otra sin la ducha correspondiente. Considero más que interesante el tema causa raíz y su relación con el error humano, pudiendo ser incluso tratado en otro artículo. Creo que es un tema interesante en el que la industria farmacéutica debería profundizar y mejorar.
Mas allá de esto, este hecho nos deja algunos aspectos para analizar. Este incidente le ocurrió a una gran empresa, perteneciente al primer mundo, auditada por la FDA, con cantidad de premios y logros a lo largo de su historia (basta con recorrer su sitio web). En definitiva, esto le puede ocurrir a cualquiera. Esta claro que los hallazgos posteriores hablan de una deficiente gestión de los estándares GxP por parte del laboratorio, pero esto ya con el “diario del lunes”. Es difícil saber desde afuera la realidad de lo ocurrido, lo concreto es que sucedió, por eso recalcar que esto le puede pasar a cualquiera, el riesgo está.
Es importante como profesionales, o técnicos de la industria del medicamento, no olvidarnos del riesgo enorme que conlleva fabricar medicamentos.
Por otro lado, existen algunos aspectos que al menos a mi me han hecho no sorprenderme de que ocurriese un hecho así. La industria fabricante de vacunas COVID-19 está siendo sometida a enormes presiones para fabricar en tiempo record la mayor cantidad de vacunas posibles. Tan es así que –como mencionaba anteriormente-, hasta el periodista de la NBC le transmitía la sorpresa al CEO de EB por este hecho.
Siendo parte de la industria farmacéutica es un mas fácil darse cuenta de los riesgos que esto implica. Realizar operaciones de transferencia de tecnología (en este caso de J&J y AZ hacia Emergent Biosolutions), aumentos de lote, y todo lo que de esto deriva, y de productos tan sensibles como las vacunas no es algo sencillo. ¿Esto quiere decir que este tipo de desafíos no son posibles? Está claro que son posibles, pero no en cualquier condición, las GMP no deberían ser negociables. De hecho -y por suerte- se ha tratado de un hecho aislado. Pero el riesgo aumenta, y al no cumplir con estándares GxP -como en este caso- el riesgo es aún mayor.
Es importante como profesionales o técnicos de la industria del medicamento, nunca olvidarnos del riesgo enorme que conlleva fabricar medicamentos. Una de nuestras herramientas, quizás la más importante, es que se cumplan las GxP.
1: https://www.emergentbiosolutions.com/
2: https://www.cnbc.com/2021/03/03/emergent-biosolutions-can-make-1-billion-covid-vaccine-doses-annually.html
3: https://www.fda.gov/media/147762/download
4: https://www.nytimes.com/2021/03/31/us/politics/johnson-johnson-coronavirus-vaccine.html