Historias de animales

Cuando los animales están fuera de su hábitat y se encuentran donde no pertenecen, por ejemplo, en la planta de producción farmacéutica, suelen ocurrir incidentes. Este artículo recoge experiencias reales del autor y las lecciones aprendidas.

© Michael Anisfeld
Globepharm Consulting, 2011 – reproducido con autorización del autor.
Traducido por Eleonora Scoseria.
El siguiente artículo fue publicado en la sección Auditor Tales del JOURNAL OF VALIDATION TECHNOLOGY y fue traducido por Eleonora Scoseria y reproducido a continuación con autorización expresa del autor.
Michael H. Anisfeld es presidente de Globepharm Consulting, Inc. y tiene más de 39 años de experiencia en todos los aspectos de GMP de la industria farmacéutica (estéril y no-estéril).
Se le puede contactar por e-mail a manisfeld@globepharm.org. Para más información del autor: linkedin.com/in/globepharm
Auditor Tales – Historias de auditores Experiencias del Campo Farmacéutico Michael H. Anisfeld, Coordinador
“Auditor Tales” proporciona un foro para que los lectores compartan sus experiencias auditando -buenas o malas- y discutan cómo las deficiencias fueron encaradas. Es nuestra esperanza que estas discusiones sirvan como herramientas de aprendizaje para otros en el campo. Damos la bienvenida a cualquier pensamiento, concepto, idea y experiencia. Por favor envíen su input por email al editor coordinador del journal Susan Haigney a shaigney@advanstar.com.


Durante los muchos años en que he realizado inspecciones para clientes, he visto muchos casos de animales estando donde no pertenecen, en la planta de producción. Reflexionando sobre mis años realizando auditorías de GMP en todo el mundo, ha habido muchas ocasiones en que cuestiones animales en plantas de producción farmacéuticas o de fabricación de ingredientes farmacéuticos activos (API) me han enseñado lecciones.
Los siguientes son algunos ejemplos de tales incidentes y les aseguro que ni uno solo de los relatados aquí sale de mi imaginación, ni es exagerado de manera alguna. Lo que usted leerá es lo que pasó, exactamente como sucedió.

Lección N° 1: ISO 9000 no es GMP

Durante la auditoría a un fabricante francés de ingredientes farmacéuticos activos (APIs), yo estaba parado en el segundo piso de una sala de reuniones esperando que me trajeran algunos documentos de calificación de equipos.
Mirando por la ventana, y admirando el paisaje, miré hacia abajo, al patio de la empresa donde había tanques de reacción abiertos, cada uno con una etiqueta verde indicando “Propre” -la palabra en francés para “limpio”-. Al mirar los tanques comenzó a llover y me pregunté cómo podía la empresa considerarlos limpios cuando habían estado expuestos a los elementos y la lluvia.
Más tarde ese mismo día pasé al costado de los tanques rotulados como «Propre» y decidí mirar dentro a ver qué tan limpios que estaban. Me paré en puntas de pie y pude ver dentro los rastros de la lluvia, pero también un gato durmiendo debajo de uno de los bafles del tanque. Le avisé al director de Aseguramiento de Calidad (QA) sobre la presencia del gato. Miró dentro y exclamó: «¡Ah, Charlotte! Así que aquí es donde te has estado escondiendo».
Cuando le indiqué que las GMP no permiten animales en las instalaciones y mucho menos dentro del equipo, expresó sorpresa e indicó que esto estaba permitido en el manual de calidad ISO 9000 de la empresa como el método para lidiar con ratas. Insistió en mostrarme el manual y camino a la oficina comentó: “qué interesante que usted haya comentado sobre esto. En nuestra auditoría ISO el mes pasado también comentaron sobre Charlotte”. Pensé, “al fin. Cundió la cordura”. “¿Qué dijo el auditor ISO?”, pregunté. “Ah, nos observó por no mantener el manual actualizado. Nuestro manual indicaba que teníamos dos gatos, Charlotte y François, pero François murió y no habíamos actualizado el manual”, respondió.
No tuve la oportunidad de evaluar cómo habían calificado a Charlotte, especialmente en una situación de peor caso –si veía la rata inmediatamente luego de haber ingerido comida abundante, ¿correría a perseguirla? La lección aprendida: cumplimiento ISO 9000 no quiere decir cumplimiento de las cGMP. De hecho, en mi experiencia, cuanto más amplia y entusiastamente una empresa promociona que está certificada ISO 9000, más pobre es el perfil de cumplimiento GMP.

Lección N° 2: tenga cuidado con lo que dice y cómo lo dice

Cuando en una auditoría tengo limitaciones de tiempo, típicamente empiezo por tratar de tener una idea de las instalaciones “siguiendo el flujo”. Empiezo en el depósito de materias primas y luego sigo por dispensación/pesada, producción, etc. Hace aproximadamente tres años, trabajando para una empresa farmacéutica en los trópicos, seguí el flujo y empecé la auditoría en el depósito. Desconcertante, por no decir otra cosa, especialmente para alguien que tiene miedo de los animales, fue la mangosta corriendo alrededor del depósito de materias primas aprobadas.
Cuando pregunté por qué tenían la mangosta en las instalaciones, me dijeron que su función era atrapar víboras. Entonces yo dije: “las GMP no permiten animales corriendo por las instalaciones”, implicando que tenían que deshacerse de la mangosta.
Dos años más tarde me volvieron a invitar. Esta vez no encontré una mangosta en el depósito, sino tres, cada una encerrada en su propia jaula. Las jaulas estaban distribuidas en el depósito. Pregunté por qué tenían mangostas en las instalaciones y me dieron la misma respuesta que la primera vez. OK. Entendí esa parte, pero pregunté “¿cómo podía ser efectiva la mangosta enjaulada?”.
La respuesta que me dieron es que una mangosta proyecta un aura que las serpientes detectan y que las mantiene alejadas. Esta vez pregunté cómo calificaban esa afirmación y me mostraron estudios que mostraban que una mangosta proyecta su aura a unos 10 metros a su alrededor (aún no sé cómo es que una serpiente detecta el aura, pero el estudio parecía mostrar que lo hacía). Usando estos datos de calificación, habían mapeado el depósito y determinado las posiciones óptimas para colocar las mangostas en sus jaulas. La lección aprendida: sea muy específicamente preciso al proporcionar retroalimentación de las auditorías. En lugar de decir “las GMP no permiten animales corriendo por las instalaciones”, debería haber dicho “las GMP no permiten que haya animales en las instalaciones”.

Lección N° 3: siempre hay una agenda oculta

Auditando a una empresa farmacéutica en un país centro europeo y con limitaciones de tiempo, nuevamente seguí el flujo. Esta vez había pájaros volando dentro del depósito y dejando excremento sobre los tambores.
En mi cabeza, mi análisis mental de causa raíz era: hay pájaros volando porque hay luz en las juntas entre pared y techo, por donde entran a anidar. Bloquear la luz es la forma de eliminar el problema.
Cuando le pregunté al gerente del depósito por qué no habían hecho esto, me indicó que el problema era el sistema de circulación forzada de aire.
Según él, colocar una malla causaba problemas de fluctuación y control de temperatura. Luego me indicó que la empresa tenía un enfoque diferente para el problema, un enfoque en su opinión novedoso y eficiente económicamente.
El supervisor del depósito me mostró el procedimiento estándar de operación (SOP) de control de plagas, en el que describía cómo lo hacían. El SOP indicaba que cada sábado de mañana, el club de arco local concurría al local y mataba los pájaros. Adicionalmente, empleaban a una persona para limpiar los tambores a diario.
Exaltó el concepto de la dignidad del trabajo y que esa era una forma de proporcionar un salario a un trabajador en una zona de alto nivel de desempleo. Luego agregó que, como ventaja adicional, el club de arco proporcionaba los servicios sin costo, dado que consideraban las dimensiones del depósito como una buena área de tiro bajo techo. No fue hasta que mencioné esto a la alta gerencia durante la reunión de cierre que surgió que el supervisor del depósito era el fundador y presidente del club de arco local.
Aproximadamente un mes luego de mi auditoría me enteré de que cuando le dijeron que sus actividades de sábado de mañana tendrían que encontrar un nuevo hogar, renunció. Y también me enteré, sorprendentemente, que cuando bloquearon los orificios con malla, no hubo el más mínimo impacto en la distribución de temperatura del depósito. Lección aprendida: siempre hay una agenda oculta.

Lección N° 4: cumplimiento de GMP por costumbre y sin pensar

Audité una planta de APIs que micronizaba un corticosteroide para asegurar que el mismo cumplía un rango estrecho de límites de tamaño de partícula (3μm – 7μm).
Para ingresar al área de micronizado tuve que cambiarme de ropa de calle a uniforme de planta a través de un vestuario con un diferencial de presión de 40 pascales respecto al mundo exterior.
Luego tuve que caminar por un corredor, sacarme el uniforme de planta, tomar una ducha completa y cambiarme a un uniforme de planta diferente. Luego tuve que caminar por otro corredor para un tercer cambio de ropa, seguido de una ducha de aire, para finalmente entrar a la sala de micronizado.
Tres cambios de ropa, cuatro esclusas, cada una siguiendo una cascada de presión para finalmente entrar al área de micronizado clasificada clase 100, con paredes y techos de acero inoxidable.
Personalmente, pensaba que esto era una exageración, pero quien soy yo para criticar a alguien por hacer más de lo necesario.
Y ahí, en la pared de la sala de micronizado, había una trampa eléctrica para insectos voladores, atornillada al acero inoxidable.
La lógica me superó. Enfrentado a lo que tuve que pasar para llegar a la sala, y considerando que el filtro terminal de la sala, un HEPA 99.997% terminal era verificado para fugas cada seis meses, me preguntaba cómo era posible que un insecto pudiera entrar a la sala. Pregunté si en los seis años de operación alguna vez habían encontrado un insecto volador. “No”, respondieron, “nunca”.
Lección aprendida: frecuentemente las personas no analizan la justificación de sus acciones. La empresa tradicionalmente había mantenido trampas de insectos en el área de producción. Seguramente este es un caso que se beneficiaría de un estudio de riesgo.

Lección N° 5: hay muchas formas de enfrentar un problema

Audité una empresa de dispositivos terapéuticos que ensamblaba productos electrónicos complejos que luego eran implantados a pacientes en una sala limpia. Me presentaron a Jim, su “mejor ensamblador”, quien había nacido ciego. Al inclinarme sobre la mesa de ensamblado para apreciar la complejidad del trabajo de Jim (y era complejo y un tributo a la habilidad de Jim que lo manejara tan diestramente), mi pierna rozó algo blando bajo la mesa. Al mirar, vi un perro lazarillo sentado tranquilo a los pies de Jim. Connie, el perro, era popular en el área limpia y los trabajadores del sector rutinariamente le hacían alguna caricia al pasar por la mesa de Jim. Me aseguraron que el perro era del tipo que no desprendía pelos.
En forma jocosa le mencioné al director de QA que, si quería permitir el perro en el área, tendría que conseguirle ropa para área limpia, asumiendo que entendería el mensaje.
Algunas semanas más tarde recibí una llamada pidiéndome consejo. La empresa había invertido mucho esfuerzo tratando de conseguir ropa canina para área limpia sin éxito ¿qué deberían hacer?
Este era un caso en el que las reglamentaciones de GMP decían una cosa, pero las reglamentaciones sobre empleo de discapacitados decían exactamente lo opuesto.
Hablamos con representantes la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (US Food and Drug Administration) que permanecían inflexibles en que un perro no tenía lugar en un área limpia; hablamos con los representantes estatales del Departamento de Trabajo que permanecían igualmente inflexibles en que tenían que tomarse las previsiones necesarias para trabajadores discapacitados. Por lo tanto, ante la no disponibilidad de ropa canina estéril para áreas limpias y la intransigencia de las dos agencias estatales, nos pusimos creativos y encontramos una solución.
La empresa construyó un canil alfombrado, con acondicionamiento de aire (y filtrado HEPA 99.95%) fuera de, pero adyacente al edificio de ensamblado, donde el perro podía descansar todo el día (naturalmente fue construido en concordancia completa con las guías vigentes de la Sociedad Humanitaria); e instaló pasamanos a lo largo de las paredes para que Jim pudiera acceder fácilmente al área limpia.
Lección aprendida: si uno se pone creativo, grandes cosas pueden ocurrir y todo el mundo es feliz.

Lección N° 6: un poco de conocimiento es algo peligroso

El cuerpo profesional farmacéutico de un país en el tercer mundo quería mejorar el conocimiento y cumplimiento de GMP de la industria local y junto con el Ministerio de Salud organizaron una “semana GMP”, en la que me invitaron a disertar durante cinco días sobre temas de GMP.
La mayoría de la audiencia era la alta gerencia de la industria local: CEOs, médicos, presidentes y algunos propietarios.
La capacitación transcurrió bien, con muchas preguntas buenas, especialmente cuando enfaticé el costo de la implementación de GMP y el impacto financiero para la empresa de no seguir las GMP. He encontrado que no es posible vender GMPs solamente citando las reglamentaciones; los gerentes y propietarios de las empresas solamente hablan el idioma del dinero y esto es lo que se necesita para venderles el cumplimiento de GMP.
Luego del tercer día, uno de los propietarios de la empresa, que me había estado haciendo una cantidad de preguntas y tomado copiosos apuntes, se me acercó y me dijo: “yo creo que, aunque somos un país del tercer mundo, mi empresa es de clase mundial en la manufactura de estériles. Me sentiría honrado si pudiera mostrarle mi empresa”.
Siempre me gusta ver empresas de clase mundial y acordamos un tour al final de las conferencias del día siguiente. Mirando a través de la ventana del área de llenado aséptico de la “empresa de clase mundial”, dos cosas me llamaron inmediatamente la atención. La primera, los cinco trabajadores de sexo masculino en la sala, estaban absolutamente desnudos, sin nada que les cubriera el cuerpo, desde la cabeza totalmente pelada hasta los pies, excepto una máscara cubriendo boca y nariz.
Mi boca debe haberse abierto visiblemente, dado que el propietario dijo: “¿ve? Le dije que lo nuestro es de punta”.
Le pregunté cómo había decidido esta innovación, a lo cual respondió: “somos miembros de la Asociación de Productos Parenterales de Estados Unidos (PDA) y una publicación reciente establecía que la ropa estéril para áreas limpias liberaba partículas, por lo que lo pensamos y decidimos eliminar la ropa”.
Cuando le comenté que la ropa libera varios niveles logarítmicos menos de partículas que la piel desnuda, retrucó: “nuestros SOPs requieren que todo el personal se duche antes de entrar a la sala y que se coloque aceite sobre toda la superficie corporal, con lo que se evita que se liberen partículas de piel”.
Lección aprendida: la innovación puede encontrarse cuando menos lo esperas, especialmente cuando más adelante verifiqué esta afirmación con varios miembros de la PDA, expertos en el tema, que concordaron que el enfoque probablemente sería muy eficaz en evitar la liberación de partículas no viables.
Segunda lección aprendida: síndrome NIH (not invented here – no inventado aquí). No he logrado aún convencer a nadie, ni en empresas estadounidenses ni europeas, a siquiera considerar este enfoque. ¡Muy extraño!
También noté que no había filtros HEPA terminales en el techo y pregunté sobre esto. La respuesta fue: “somos una empresa ecológicamente orientada, dedicada a usar recursos locales. Mire nuestro sistema de flujo laminar”, y señaló un ventilador pequeño de 10 pulgadas de diámetro (tipo Ventaxia) en la pared en un extremo de la sala y otro en la pared opuesta.
El flujo laminar se lograba haciendo que un ventilador chupara aire hacia dentro de la sala y otro hacia afuera.
Pregunté: “¿Cómo filtran el aire?”, ante lo cual me llevó fuera y me mostró el colchón de paja densamente empacado que usaban como filtro. Yo quedé intrigado. Eso podría terminar con el negocio de los fabricantes de filtros HEPA. Cuando les pedí los datos de calificación de sala para demostrar que era clase 100 como afirmaban, no había datos. No manejaban el concepto de calificación del HVAC.
Cuando les pregunté qué nivel de éxito tenían en los media fill que hubieran llevado a cabo, resulta que tampoco los hacían.
Lección aprendida: un poco de conocimiento es algo peligroso, especialmente cuando viene del animal humano.

Conclusión

He sido un auditor de GMP por casi 27 años y encuentro que cada día aprendo algo nuevo, frecuentemente desafiante. Pienso que, si llega el día en que ya no, será tiempo de retirarme a una playa en algún lado. Espero que esta revisión haya sido educativa.

Michael Anisfeld