Guadalupe Castillo
Farmacéutica de la Universidad de Buenos Aires (UBA Argentina), donde también es docente en la Facultad de Farmacia y Bioquímica (FFyB). Se especializó en Gestión de Proyectos en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y realizó un posgrado en Biotecnología Farmacéutica en la Universidad de Belgrano (UB).
10 años de trayectoria en el ámbito del desarrollo y la transferencia en destacados labs. multinacionales, Desempeñó funciones como coordinadora de gestión de proyectos en el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MINCYT – ARGENTINA). Desde 2014, ejerce como Directora y co-fundadora de TH asesores, una empresa especializada en servicios de gestión de calidad para la industria de la salud. gcastillo@thasesores.com
En la vertiginosa realidad de la industria farmacéutica, la Transferencia de Tecnología y del Conocimiento se erige como un pilar estratégico fundamental. Intentaremos en estas páginas abordar algunas ideas sobre la sinergia entre estos elementos en el contexto de la innovación abierta. Dando un enfoque cada vez más esencial para la evolución de esta industria.
Desde sus fundamentos conceptuales hasta su aplicación práctica en la producción de productos para la salud, exploraremos la importancia de este proceso, en el cual numerosos profesionales desde diversas organizaciones venimos trabajando e insistiendo. Finalmente, nos detendremos en la dimensión pedagógica y proporcionaremos algunas orientaciones prácticas para su implementación efectiva.
En la vertiginosa realidad de la industria farmacéutica, la Transferencia de Tecnología y del Conocimiento se erige como un pilar estratégico fundamental.
La transferencia, (desde esta perspectiva), se fundamenta en la idea y la necesidad de compartir y aplicar conocimientos científicos y avances tecnológicos en contextos diversos.
La noción de transferencia y su base conceptual
Para comenzar a andar la cuestión que nos ocupa, resulta interesante enfocar los términos de la cuestión. ¿De qué hablamos cada vez que nos posicionamos en proyectos que implican transferencia de tecnología y conocimiento?
Para empezar, la noción de transferencia, desde esta perspectiva, se fundamenta en la idea – y la necesidad- de compartir y aplicar conocimientos científicos y avances tecnológicos en contextos diversos.
La potencia del enfoque radica en que mediante la transferencia se produce la aceleración del progreso científico que beneficia a toda la sociedad. La colaboración permite superar barreras geográficas y organizativas, permitiendo que el conocimiento se difunda rápidamente, optimizando así la investigación y el desarrollo.
¿Transferencia de tecnología o transferencia de conocimiento?
Puede sucedernos que, en alguna circunstancia dentro del ámbito profesional, nos encontremos frente debates entre las concepciones de “transferencia de tecnología” y “transferencia de conocimiento”, sobre sus alcances e implicaciones.
Esta “discusión”, se puede entender con breve planteo esclarecedor: A grandes rasgos, mientras la transferencia de conocimiento se enfoca en la divulgación de conocimiento, experiencia y habilidades para facilitar su aplicación en investigación y desarrollo (I+D) más allá del ámbito académico, la transferencia de tecnología se concentra en la aplicación práctica de métodos y procesos, es decir, en el aprovechamiento práctico del conocimiento científico.
Planteada la distinción, lo esencial para el campo de la fabricación de productos para el cuidado de la salud tiene mucho más que ver con poner un enfático acento sobre la necesaria interconexión de ambos conceptos más que marearnos en definiciones y conceptos independientes sobre la mayor pertinencia de uno sobre el otro.
En el ámbito farmacéutico, esta dualidad se manifiesta en la necesidad de compartir no sólo los procedimientos técnicos, como las metodologías de producción, sino también el conocimiento científico que respalda la creación de nuevos medicamentos. La colaboración efectiva implica la transferencia eficiente tanto de tecnología como de conocimiento para lograr avanzar sobre procesos consolidados.
La transferencia de tecnología y conocimiento juega un papel central en el marco de la innovación abierta.
La transferencia de tecnología y conocimiento juega un papel central en el marco de la innovación abierta, como se designa al enfoque ampliamente adoptado en diversos sectores productivos, incluyendo la industria farmacéutica, que designa el modelo de innovación que se desarrolla principalmente a partir de la aparición de fondos públicos destinados a la investigación colaborativa público-privada, donde universidad y empresa comparten objetivos, recursos y los derechos de propiedad intelectual (PI).
Si bien el modelo de vinculación tecnológica no es novedoso, una última experiencia global como fue la pandemia de COVID-19 puso de relieve el valor social de la ciencia, la importancia de su desarrollo y de la colaboración entre diversos actores del ámbito público – privado para promover la generación no sólo de productos y servicios de mayor valor agregado si no también su aceleración. (1)
La faceta pedagógica de la transferencia y su impacto en las organizaciones
La transferencia de tecnología y conocimiento no es simplemente un intercambio de información; tiene también una faceta pedagógica fundamental. En este proceso, los actores involucrados fomentan un aprendizaje continuo y la adquisición de nuevas habilidades.
La formación y el desarrollo de capacidades son aspectos esenciales de la transferencia. Los profesionales de la industria farmacéutica, a través de colaboraciones, adquieren experiencia y conocimientos especializados que impulsan la innovación a largo plazo. La dimensión pedagógica contribuye, además, al desarrollo de una fuerza laboral altamente capacitada y adaptativa. Y en este sentido, quisiera que nos detuviéramos en la importancia de la construcción estratégica de equipos de trabajo. Quienes nos desarrollamos en roles de gestión dentro de esta industria tenemos muy claro que los recursos humanos son fundamentales e irremplazables. Considerando la noción de que se requieren al menos diez años para dominar una disciplina, el proceso de transferencia de conocimiento debiera ser la base sobre la cual se originan las políticas para la conformación de equipos de trabajo en las organizaciones.
Los recursos humanos son fundamentales e irremplazables.
Sin ir más lejos, una norma de certificación como ISO 30401, llamada Sistemas de gestión del conocimiento para organizaciones, establece “requisitos relacionados con la planificación, diseño, implementación, monitoreo y mejora de un sistema de gestión del conocimiento. Estos requisitos incluyen la identificación y captura del conocimiento, su almacenamiento y acceso, así como la promoción de la colaboración y el aprendizaje (2) en la organización” (3).
Un modelo posible para llevar a la práctica esta dirección requiere que, desde las áreas de gestión, se asegure, por ejemplo, que cada equipo esté compuesto por al menos tres personas con diferentes niveles de experiencia profesional. Así, un equipo ideal incluiría a alguien con diez años de experiencia (posición senior), alguien con menos experiencia (semisenior) y un tercer miembro que se encuentre dando sus primeros pasos profesionales (junior). (4)
Un ejemplo concreto de la aplicación efectiva de un proceso de enseñanza y de aprendizaje en el sector de la salud, se encuentra específicamente en el modelo de residencias médicas. (5)
Este modelo, esencial para el desarrollo profesional de posgrado de los médicos en Argentina y en muchos otros países, ejemplifica de manera destacada la planificación estratégica de equipos y la dimensión pedagógica de la transferencia de conocimiento.
Al establecer roles definidos, una estructura de supervisión y un progresivo desarrollo de autonomía (6), las residencias médicas ofrecen un caso práctico y educativo que ilustra la efectividad de la transferencia de conocimiento en la formación de profesionales de la salud.
En este contexto, es fundamental tomar nota de la necesidad de implementar modelos similares en otras áreas para garantizar el desarrollo sostenible y la innovación a largo plazo.
La transferencia de tecnología en la industria farmacéutica
En la especificidad del ámbito farmacéutico, la transferencia de tecnología se extiende desde los laboratorios de investigación y desarrollo, hasta la producción y comercialización de medicamentos y productos para el cuidado de la salud, incluso hasta el momento de discontinuación (ciclo de vida del producto). La colaboración entre instituciones académicas, empresas farmacéuticas y el Estado, a través del desarrollo de políticas públicas orientadas a la promoción científica y el incentivo del sector, pero también dentro de las estructuras estatales de regulación sanitaria, desempeña un papel clave en este proceso.
En este contexto, la importancia de la red (vinculación tecnológica) emerge como un pilar fundamental para el desarrollo socioeconómico. Actualmente, está fuera de discusión que la vinculación tecnológica potencia la innovación y mejora la productividad de las naciones, contribuyendo directamente a elevar la calidad de vida de las personas.
Esta red, que conecta a diversos actores en el ámbito farmacéutico, se revela como un elemento crucial para catalizar la transferencia de tecnología de manera eficiente y sostenible. La sinergia entre instituciones, empresas y entidades reguladoras fortalece el flujo de conocimiento, promueve la colaboración efectiva y respalda el progreso continuo en la industria, asegurando así avances significativos en la investigación, desarrollo y disponibilidad de productos farmacéuticos de alta calidad.
En la figura 1, se puede observar un gráfico donde se muestran las diferentes relaciones durante las distintas etapas del proceso.
Orientaciones
Al interior de las organizaciones, la transferencia de tecnología en estrecha interrelación con la gestión del conocimiento y de la calidad habilitan la puesta en marcha efectiva de una serie de procesos con el horizonte de impulsar la innovación continua, optimizar la eficiencia operativa y garantizar la conformidad con los más altos estándares de calidad en todas las fases del ciclo de vida de los productos y servicios.
Dentro de las orientaciones disponibles, la propuesta otorgada por la guía ISPE (7) especialmente dedicada al proceso de transferencia de tecnología, encontramos una ruta clara y estructurada para alcanzar estos objetivos:
1. Formar el equipo (team) y desarrollar el Estatuto-mapa (charter)
2. Consolidar el conocimiento para la transferencia y desarrollar propuesta de transferencia de tecnología.
3. Identificar riesgos, evaluar riesgos y desarrollar un plan de transferencia de tecnología.
4. Disponibilidad operacional
5. Calificación (ejecución)
6. Cierre y revisión
Este enfoque sistemático asegura una gestión eficiente de la transferencia, consolidación del conocimiento, evaluación integral de riesgos y optimización operativa. Integrar la transferencia de tecnología con la gestión del conocimiento y la calidad según las directrices de la ISPE posiciona a las organizaciones para impulsar la innovación continua, mejorar la eficiencia y asegurar la conformidad con estándares rigurosos a lo largo del ciclo de vida de productos y servicios. Este enfoque holístico se traduce en una ventaja competitiva en un entorno empresarial dinámico y exigente, generando procesos más eficaces y eficientes.
Conclusión
En el cruce de ciencia y producción, la Transferencia de Tecnología y del Conocimiento emerge como el catalizador clave para la evolución sostenible de la industria farmacéutica.
La distinción entre ambas se desvanece, fusionándose para impulsar avances significativos. La vinculación tecnológica, esencial como tejido conectivo, optimiza la transferencia de tecnología eficientemente, fomentando la colaboración, el aprendizaje continuo y progreso constante. Las directrices de la ISPE ofrecen un claro mapa para una implementación efectiva, asegurando la integración de la gestión del conocimiento y calidad, potenciando innovación, eficiencia y excelencia en todas las etapas del ciclo de vida farmacéutico. Este enfoque holístico no solo fortalece la posición competitiva, sino que sitúa a la industria en la vanguardia de la innovación y mejora contínua.
Referencias consultadas:
– ISPE. (2018). Guía de transferencia tecnológica, 3°ed.
– International Organization for Standardization. (2018). ISO
30401:2018 Sistemas de gestión del conocimiento para organizaciones.
– ICH. (2008). ICH HARMONISED TRIPARTITE GUIDELINE
Pharmaceutical Quality System Q10. [Q10 Guideline.pdf (ich.
org)]
– Ley 22.127. (1979). En su art. 1° establece que el objeto principal
del Sistema Nacional de Residencias de Salud.
– Ladenheim, R. (2013). Descripción de la docencia entre residentes.
Recuperado de [https://trovare.hospitalitaliano.org.ar/
greenstone/cgi-bin/library.cgi?c=tesisytr&a=d&d=D93]
– Touriñán López, J. M. (2019). La transferencia de conocimiento
como proceso: De la universidad al sector educativo. Una mirada
desde la pedagogía. Boletín REDIPE, 8(3), ISSN 2256-1536
Recuperado de [https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/
7528231.pdf]
– INFOBAE. (2020). Innovación abierta: qué es y cómo contribuye
al vínculo entre ciencia y tecnología. En https://www.infobae.
com/inhouse/2020/07/15/innovacion-abierta-que-es-y-como-
contribuye-al-vinculo-entre-ciencia-y-tecnologia/