Objetivo del Proyecto:
El objetivo del proyecto se ha definido como la creación y puesta en funcionamiento de un instituto de investigación en vacunas enfocado a la salud humana y la salud animal, capaz de completar el recorrido desde la investigación hasta la producción, cumpliendo con las fases de investigación preclínica y clínica. En la fase de investigación se pondrá énfasis en la interdisciplina que involucre a inmunólogos, microbiólogos, biólogos básicos, investigadores en química médica, bioprocesos y en bioinformática, entre otras especialidades.
En las fases de desarrollo y producción, se podrán producir vacunas específicas de valor local estratégico o aquellas que se consideren de importancia y cuya licencia se obtenga.
El instituto estará orientado a trabajar con tecnologías disruptivas que han comenzado a utilizarse recientemente y que pueden dar respuesta rápida a nuevos desafíos, como aquellas basadas en ARNm o en vectores virales, y que ofrezca alternativas de calidad para el trabajo de investigación y el de desarrollo que se llevará adelante.
Las actividades del Instituto permitirán coordinar el trabajo de recursos humanos de alta formación en el sector biotecnológico, y acercarlos a las problemáticas de los diversos sectores productivos, buscando nichos de oportunidad para la incorporación de valor a productos y procesos con proyección internacional.
Racionalidad:
El proyecto se justifica a partir de un conjunto de necesidades sociales y beneficios potenciales para el país en su conjunto. Estos aspectos, que involucran múltiples dimensiones de análisis, se combinan con algunas ventanas de oportunidad que podrían darle viabilidad al proyecto.
En términos generales existen dos grandes dimensiones dentro de la justificación y beneficios potenciales del proyecto. Por un lado, los aspectos vinculados a la ética, seguridad y soberanía nacional, y por otro, a los aspectos vinculados a los beneficios económicos.
La reciente pandemia generada por el COVID-19 puso sobre la mesa la relevancia de los aspectos vinculados a la salud como un componente directamente asociado a la seguridad y soberanía de los países. El rol de los Estados en la provisión de salud, las capacidades de los Estados para gestionar
crisis sanitarias y también, sobre la equidad de los mecanismos de mercado como distribuidores de recursos. Una de las lecciones aprendidas es que los países con mayores capacidades logran una mejor gestión de situaciones como la vivida en la reciente pandemia.
En ese sentido, la creación de un instituto de investigación en vacunas permite aumentar las capacidades del país para enfrentar retos asociados a la seguridad y soberanía nacional.
El proyecto implica apropiarse de tecnología que permitiría adaptarse rápidamente ante desafíos sanitarios que se presenten. Contar de forma soberana con conocimiento y su aplicación adecuada para defenderse ante situaciones futuras que puedan provocar otra emergencia sanitaria. Asimismo, ante la adquisición de vacunas importadas, se podrá tener la confianza de su efectividad y seguridad al contar con un instituto con capacidad completa para verificar su calidad y evaluar su aplicación.
Desde el punto de vista veterinario, el instituto podría enfocarse en diversas enfermedades infectocontagiosas y parasitarias que repercuten en la producción nacional, siendo que para muchas de ellas aún no se dispone de vacunas o inmunoterapias efectivas, tanto a nivel local como internacional. En esta misma línea el instituto cimienta otras oportunidades como la producción nacional de medicamentos biológicos de alto costo y la producción a gran escala de vacunas.
Desde un punto de vista económico, el instituto apalanca la industria biotecnológica nacional generando beneficios que se derraman en toda la economía. Permitiría atraer inversiones en un sector que se caracteriza por ser un generador de alto valor agregado, demandante de recursos humanos calificados con salarios superiores a la media y generador de exportaciones.
El sector biotecnológico a nivel mundial está en franco crecimiento y desarrollo. Si bien es cierto que está dominando por potencias mundiales, existen ventanas de oportunidad que pueden ser aprovechadas por países en desarrollo.
Aunque Uruguay está rezagado en esta carrera, la creación de un instituto de investigación en vacunas constituiría un factor de apalancamiento fundamental para insertarse, aprovechar las oportunidades y potenciar el desarrollo de la biotecnología en el país.
El instituto tiene entre sus objetivos promover las capacidades de investigación básica en biotecnología, pero quizás más importante, el instituto promoverá la interacción entre la academia y la industria.
En Uruguay existe una comunidad científica pequeña, pero muy bien consolidada. Sin embargo, esa comunidad científica solo puede hacer una parte, que es la de investigación.
La parte de desarrollo, que es transformar ese producto de investigación en un producto que se pueda fabricar en escala, y la parte de producción requieren habilidades que, si bien existen, particularmente en el área de vacunas veterinarias, todavía son muy pocas en el país.
En un contexto caracterizado por la integración de complejas cadenas de valor que vinculan producción, distribución y consumo de
productos y servicios de base biotecnológica
a escala global, Uruguay debe propender a
coordinar el trabajo de sus escasos recursos humanos de alta formación en el sector
biotecnológico, y acercarlos a las problemáticas de los diversos sectores productivos,
buscando nichos de oportunidad para la incorporación de valor a productos y procesos
con proyección internacional.